Armonía

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viernes, 19 de febrero de 2010

Las etapas del desarrollo humano


Existen tres grandes períodos:
infanto-niñez, adolescencia y adultez.






  1. El periodo infanto-niñez abarca de la concepción hasta los doce años y conlleva las siguientes subetapas:

  • Prenatal: comprende desde la concepción hasta el parto. Se forman los órganos y la estructura corporal básica. Hay un crecimiento físico acelerado y mayor vulnerabilidad a las influencias ambientales.






  • Perinatal: va desde el nacimiento hasta los 40 días. El recién nacido es dependiente, pero competente.



Los sentidos funcionan desde el nacimiento.







  • Postnatal: incluye desde los 40 días hasta los 12 meses. El crecimiento físico y el desarrollo de las habilidades motoras son rápidos.









  • Infancia: corre desde los 12 hasta los 36 meses. Aprendizaje, incluso desde las primeras semanas de vida. Al final de primer año se forman los lazos con los padres y los demás. La autoconciencia se desarrolla durante el segundo año. El habla y la comprensión se desarrollan con rapidez. Se incrementa el interés en otros niños.







  • Preescolar: empieza en los 36 meses y termina a los 6 años. Aquí todavía la familia es el centro de la vida, aunque otros niños empiezan a ser importantes. Aumentan la fuerza y las habilidades motrices finas y gruesas. Se incrementan el autocontrol, el cuidado propio y la independencia. Existe mayor inventiva en los juegos, la creatividad y la imaginación. La inmadurez cognoscitiva conduce a ideas ilógicas acerca del mundo. El comportamiento es bastante egocéntrico, aunque crece la comprensión de la perspectiva de otras personas.


  • Escolar: camino que va desde los 6 hasta los doce años. Los compañeros cobran gran importancia. El niño empieza a pensar lógicamente, aunque la mayoría de veces su pensamiento es concreto. Disminuye el egocentrismo. Se incrementan la memoria y el lenguaje. Mejora la habilidad cognoscitiva para beneficiarse de la educación formal. Se desarrolla el auto concepto, y se afecta la autoestima. Disminuye la rapidez del crecimiento físico. Mejoran la fuerza y la capacidad atlética.


2.- La segunda gran etapa es la adolescencia, a la cual incumben tres subetapas (pubertad, adolescencia media y adolescencia final). En general va de los 12 a los 21 años. Se originan cambios físicos, rápidos y profundos. Comienza la madurez física reproductora a nivel biológico, más no afectivo. La búsqueda de la identidad se torna imperiosa. Los compañeros y amigos ayudan a desarrollar y probar el autocontrol. Se desarrolla el pensamiento abstracto y el empleo del razonamiento científico. El egocentrismo adolescente persiste en algunos comportamientos. Las relaciones con los padres son buenas en general. Se escoge una carrera generalmente, o bien una profesión u empleo.





3.- La tercera y última etapa de la vida es la adultez, la cual involucra tres subetapas (juventud, adultez media y tercera edad). En general se posiciona de los 21 años en adelante. Se toman decisiones acerca de las relaciones íntimas. Muchas personas se casan y tienen hijos. La salud física llega al tope, luego decae ligeramente. Continúa desarrollándose el sentido de la identidad. La capacidad intelectual se vuelve más compleja, pues el cúmulo de experiencias permite un análisis a fondo de lo que la persona es. La búsqueda del sentido de la vida adquiere gran importancia. Sufren algún deterioro la salud física en cuanto a vigor y fuerza. Sobreviene la menopausia en las mujeres y la andropausia en los hombres.

La sabiduría y la habilidad para resolver problemas prácticos son grandes; declina la habilidad para resolver problemas nuevos. La doble responsabilidad de cuidar a los hijos y a los padres ancianos puede causar estrés. La orientación del tiempo cambia a tiempo dejado de vivir. La independencia de los hijos deja vacío. Las mujeres adquieren más confianza en sí mismas, lo hombres se vuelve más expresivos.

Algunos experimentan el éxito profesional y llegan a la cima económica, otros sufren de agotamiento. En una minoría se produce la crisis de la edad madura. Los adultos mayores en general, son saludables y activos, aunque de algún modo la salud y las habilidades físicas decaen. La mayoría de las personas mantienen la mente despierta. No obstante que la memoria y la inteligencia se deterioran, la mayoría de las personas encuentra maneras de compensarlas. La lentitud de reacción afecta diferentes aspectos del funcionamiento. Existe normalmente la necesidad de afrontar pérdidas en muchas áreas (facultades y seres amados). La jubilación. Ante la inminencia de la muerte, se siente la necesidad de encontrarle un propósito a la vida.


Cabe hacer mención de la diferencia entre crecimiento, desarrollo y madurez.

Crecimiento: “etapas sucesivas y progresivas de un individuo desde su nacimiento hasta su madurez, las cuáles son abarcadas desde el punto de vista de peso y talla considerando los cambios corporales en las proporciones del cuerpo”[1], es decir se considera desde el punto de vista biológico abarcando los cambios cuantitativos relacionados con el aumento de masa corporal determinada genéticamente y por influencias ambientales y siguiendo un ritmo continuo con ligeras variaciones estacionales de acuerdo a la etapa. De una manera directa, el lenguaje se relaciona con el crecimiento acompañándose mutuamente, ya que dependiendo de la talla y el peso del niño, es lo que se puede esperar que haya adquirido del lenguaje, así como también dependiendo de lo que haya adquirido en lenguaje, se espera una talla y un peso.


Desarrollo: “es el cambio progresivo en un organismo, dirigido a obtener siempre una condición final”[2], se aboca a aspectos cualitativos ligados al crecimiento físico pero que se “comprenden como la evolución progresiva de las estructuras de un organismo, y de las funciones por ellas realizadas, hacia conductas de mayor calidad consideradas superiores.”[3] El desarrollo es un proceso de construcción y no como algo determinado, es decir, en algunas ocasiones es reversible pudiendo compensar o reestructurar, mediante la actividad personal, las carencias de etapas anteriores. Con referencia al lenguaje es la obtención del mismo de acuerdo a la edad cronológica que se tenga. Por ejemplo, el infante de 9 a 18 meses de edad debe desarrollar un aproximado de más menos, 20 palabras.

Madurez: “aparición de cambios morfológicos y de conductas específicas determinadas biológicamente y sin la ayuda de ningún aprendizaje. Es por lo tanto, un componente necesario para el desarrollo.”[4] Su relación con la adquisición del lenguaje es permitir al niño, llegar de manera natural a la etapa propia para adquirir y responder de acuerdo a la evolución morfológica y conductual, es decir si no hay suficiente madurez, se puede lograr que el niño adquiera el lenguaje, sin embargo no hay plena conciencia de dicha adquisición, pues sus periodos sensitivos naturales no lo permiten plenamente.







[1] Cfr., Santillana., Diccionario de las Ciencias de la Educación., p. 334.
[2] Cfr., Euroméxico., Diccionario de Psicología y Pedagogía., p. 138.
[3] Santillana., op.cit., p. 385.
[4] Santillana., op.cit., p. 385

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